Los usuarios de TikTok encuentran cada vez más música nueva a través de remixes y mashups de canciones.

A mediados de agosto, la sombría balada de 2014 del artista musical Sam Smith «I’m Not The Only One» volvió a entrar en la lista de las 200 mejores canciones de Spotify, casi una década después de su lanzamiento. Al igual que muchas otras tendencias musicales en 2022, el resurgimiento de la canción se debe gracias a TikTok.
Artistas, sellos discográficos y comercializadores de música están inundando TikTok con canciones, contratando a influencers para que incluyan temas en sus vídeos o publicando retos en vídeo para intentar introducir una canción en el motor de descubrimiento de contenidos de TikTok.
Aparte de la compensación monetaria, el hecho de que un tema se convierta en viral puede ayudar a los artistas de TikTok a aumentar su audiencia fuera de la aplicación.

Tristan Olson, un estudiante universitario y productor musical de 20 años, subió una versión acelerada de la canción el 12 de agosto que se hizo viral, apareciendo en más de 289.000 vídeos en la aplicación (la versión oficial de Smith se ha utilizado en unos 12.000 vídeos en comparación).
Smith publicó un TikTok celebrando el renacimiento de la canción usando el remix de Olson, y el artista y su sello discográfico Universal Music Group (UMG) autorizaron los derechos para que la versión de Olson I’m Not The Only One (Sped Up) apareciera en aplicaciones de streaming como Spotify.
«Muchos chicos jóvenes probablemente escucharon a Sam Smith por primera vez en su vida cuando oyeron la versión de Tristan», cuenta Nima Nasseri, directora de A&R del equipo de estrategia y táctica musical de UMG, cuya división contrata a creadores como Olson para que trabajen en remezclas.
«Cuando Tristan hace un remix, lo llevamos al mercado. Lo lanzamos al mercado. Solo ayuda a disparar aún más la versión principal».
El formato de vídeo corto de la aplicación también ha cambiado la forma de experimentar las canciones. Muchos usuarios escuchan por primera vez una canción en un fragmento de 15 segundos en lugar de escuchar una pista completa.
El fenómeno se ha vuelto tan común que las discográficas están incluyendo a los artistas de remixes y mashups en sus estrategias de lanzamiento de canciones, y obteniendo la autorización de los titulares de los derechos para subir versiones alteradas de las canciones a aplicaciones de streaming como Spotify y Apple Music.
Algunos artistas dicen estar agotados por las exigencias de contenido de la aplicación. Pero la enorme influencia de TikTok en el descubrimiento de música hace que los artistas y sus equipos no puedan evitarla.
El talento musical de TikTok puede ganar entre 500 y 5.000 dólares por producir una versión remezclada de un tema, según Cloherty.
Jacob Sutherland, músico y TikToker con unos 390.000 seguidores, comparte que cobra entre 500 y 1.000 dólares por un mashup, dependiendo del presupuesto de la campaña y de si el comisionado es un artista o un fan. Trevor Hutchens, un artista musical que actúa bajo el nombre artístico de veggi y tiene 1,3 millones de seguidores en TikTok, apunta que su tarifa oscila entre 2.000 y 4.000 dólares por una publicación encargada.
Sin embargo, no todos los artistas han aceptado inmediatamente que se remezclen sus temas.
«Al principio fue una cuestión de educación, porque los artistas son muy exigentes con los remixes y con su perfil de Spotify y su aspecto», explica Nasseri, de UMG.
Pero después de que cientas de canciones experimentaran un renacimiento masivo a raíz de las remezclas de TikTok, incluyendo una versión ralentizada de Heat Waves de Glass Animals y una versión acelerada de Cool for the Summer de Demi Lovato que ahora tienen decenas de millones de streams en Spotify, muchos artistas ven el valor de las canciones modificadas.
Tú, ¿qué opinas de este fenómeno?